Gracias a la producción en invernadero están disponibles en el mercado durante todo el año, aunque su cultivo se produce de verano a otoño.
A la hora de comprarlos, es conveniente seleccionar los pimientos carnosos, duros, pesados en proporción a su tamaño, muy firmes, de color brillante, piel lisa y sin golpes o magulladuras. El estado de su tallo, ha de ser firme y crujiente. Si presentan arrugas o manchas, significa que han estado almacenados durante demasiado tiempo, lo que provoca una pérdida de nutrientes y de sabor.
Una vez en casa se aconseja guardar los pimientos en el frigorífico y dentro de una bolsa de plástico perforada y así se conservan hasta quince días. Una vez asados y pelados, también se pueden congelar, escaldándolos con anterioridad en agua hirviendo durante unos tres minutos.
Ingredientes:
- 1 pechuga de pollo picada.
- 1 bandeja grande de champiñones frescos.
- Perejil picado.
- 2 chalotas.
- Mayonesa sin huevo (lactonesa)
- 2 dientes de ajo.
- 1/2 vaso de vino blanco.
- Hierbas provenzales.
- 1 tomate maduro.
- Aceite de Oliva.
- Sal.
Preparación:
- Picamos los ajos y el perejil, y lo mezclamos con la pechuga de pollo picada.
Salamos y dejamos reposar media hora.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Les quitamos con cuidado el rabito a los pimientos y vacíamos las semillas. Los lavamos y los colocamos en la fuente del horno con un chorrito de aceite de oliva por encima y sal, durante unos 25 minutos o hasta que estén tiernos pero firmes. Luego, retíralos y deja que se templen.
- Mientras, vamos picando las chalotas y pochándolas a fuego bajo, en una sárten con un fondo de aceite.
- Cuando comiencen a estar blanditas, incorporamos los champiñones cortados en trocitos pequeños.
- Una vez hayan perdido volumen, agregamos el pollo y rehogamos todo junto.
- Sazonamos con hierbas provenzales al gusto, y removemos bien.
- Escaldamos en agua un tomate maduro, lo despojamos de la piel y lo esmagamos un poco con ayuda de un tenedor.
- Lo añadimos al pollo, al igual que al vino blanco. Dejamos reducir,comprobamos de sal, reservamos fuera del fuego y dejamos que temple.
- Con esta preparaciòn vamos rellenando bien los pimientos, y colocándolos en la fuente para servir.
- Para terminar, cubrimos con mayonesa la parte por donde los hemos rellenado.
- Los metemos en el horno apagado durante unos minutos, justo el tiempo de calentar un poco la mayonesa, y listos para servir.
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