De sabor agridulce y arómatico, las frambuesas son muy perecederas y se deben consumir lo antes posible. Así como dejarlas madurar en la planta para luego poder disfrutar de todo su sabor.
Lo ideal es hacer como una servidora, irse a la huerta del papi y ponerse fina comiendo en ellas, arrancar de la planta y directamente a la boca.
La mejor época de comestibilidad por maduración de la frambuesa se da en los meses d
e julio, agosto, septiembre y octubre. Estacionalmente, se podría decir que durante el verano y comienzos del otoño.
En esta ocasión, mi padre me recogío más de medio kilo, así que pensé en prepararle un postre apto para diabéticos, y pensé que una mousse sería todo un acierto para tomar después de un almuerzo. !!Dí en el clavo!!.
Ingredientes:
- 500 grs de frambuesas.
- 3 hojas de gelatina neutra.
- 2 claras.
- Edulcorante al gusto.
Preparación:
- Ponemos a hidratar la gelatina en agua fría.
- Lavamos las frambuesas, y las pasamos por la batidora.
- Echamos el puré en un colador y con ayuda de una cucharilla o un cazito pequeño, vamos presionando y removiendo a la vez hasta conseguir una crema más ligera y que las semillas nos queden todas en el colador.
- Endulzamos con el edulcorante. Yo usé dos sobrecitos de sacarina en polvo, pero mejor ir probando hasta que encontreís el dulzor deseado (al que quiera o pueda usar azúcar, otro tanto de lo mismo).
- Batimos las claras y las ponemos a punto de nueve bien firme y reservamos en la nevera.
- Una parte del puré de frambuesas (como 4 cucharadas soperas), las calentamos un poco en el mircoondas, y disolvemos la gelatina bien escurrida en él.
- Dejamos templar un poco y la incorporamos luego al resto del puré.
- Por último, vamos integrando las claras de forma envolvente para que no se bajen.
- Rellenamos los recipientes con la mousse y la dejamos en la nevera para que cuajen del todo.
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