31 de enero de 2016

Irish Soda Bread (Pan de soda irlandés)

El pan de soda irlandés es uno de los más sencillos y rápidos de elaborar, en su composición no lleva levadura así que no necesita tiempo de levado. En su lugar lleva bicarbonato sódico que junto el ácido láctico del buttermilk, realiza la función de impulsor o agente leudante, produciendo dióxido de carbono que hacen que el pan fermente.
Este pan irlandés surgió en el siglo XIX, cuando el bicarbonato de sodio se introdujo a los hogares de clase baja de Irlanda. Debido a la escasez de hornos, la soda y el suero eran deseables debido a su eficacia en la creación de una hogaza dentro de una olla de hierro fundido.
Hay dos tipos básicos de pan de soda que en los últimos dos siglos se han perfeccionado. Uno de ellos es el pan de soda Brown, que está hecho de harina integral y que por aquel entonces era menos refinado, y por lo tanto, costaba  menos. La harina se combino con suero de mantequilla, sal y soda para cubrir las necesidades diarias. El color de la harina precisamente fue el que prestó su nombre al pan de soda integral. Y el otro es el pan de soda blanco, preparado con harina blanca y que era mucho más cara, así que se utilizaba principalmente para ocasiones especiales.


Las semillas, las pasas, los tomates secos, las nueces o las hierbas pueden ser añadidos al pan de soda, pero no se consideran ingredientes tradicionales. Cuando se agregan pasas, se le conoce con el nombre de "perro manchado" y cuando se utiliza la melada, se crea el"pan de melaza".
La cruz que se le hace en la parte superior, ayuda a dividirlo en cuatro partes iguales, o Farls. Más común en Irlanda del Norte y se pueden cocinar en una plancha, formando parte del desayuno tradicional o Ulster Fry.
Me ha encantado este pan y no solo por lo fácil y rápido que es de preparar, me ha enamorado también su olor, su sabor y la textura de la miga tan densa que tiene y que tanto me ha recordado al pan de maíz gallego. Eso si, es un pan que recomiendan comerlo en el día ya que no lleva levadura, aunque yo he tapado bien con papel film el trozo que ha quedado y al día siguiente he calentado un poco el horno y he metido lo que quedaba del pan, en rebanadas. Ha sido la cena de mi marido, calentito y bien untado de paté !! riquísimo !!.


Ingredientes para 1 pan:

- 250 grs de harina blanca.
- 250 grs de harina integral.
- 1 cucharada de bicarbonato de soda.
- 1 cucharadita de sal.
- 400 mlts de buttermilk ( 380 mlts de leche entera y 20 mlts de zumo de limón).
- Harina para la superficie y el acabado del pan.


Preparación:

- Precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo.
- Luego, preparamos el buttermilk mezclando en el mismo vaso de la batidora la leche y el zumo del  limón.
- Lo revolvemos un poquito y lo dejamos reposar durante 15 minutos. Pasado ese tiempo la leche tendría que tener un aspecto más espeso, como de yogur liquido, si no es así, déjala reposar un poco más.
- En un bol amplio mezclamos las harinas, el bicarbonato y la sal.
- Vertemos después el buttermilk poco a poco, mezclando todos los ingredientes con ayuda de una espátula de cocina.
- El resultado consistirá en una masa blanda y pegajosa.
- La volcamos en la superficie de trabajo previamente enharinada y simplemente mezclamos, SIN AMASAR y formamos con ella una bola. Si ves que la masa te resulta muy difícil de manejar, agregamos un poquito más de harina encima de la superficie donde mezclamos el pan.
- Formamos una bola con ella y la colocamos encima de papel de horno.
- Con un cuchillo afilado le hacemos unos cortes en forma de cruz y lo espolvoreamos con harina.
- Horneamos durante media hora o hasta que veamos que está doradito.
- Una vez listo, solo tendremos que dejarlo enfriar sobre una rejilla.







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Fuente historia del pan irlandés: Dondevenden.net

27 de enero de 2016

Crema de verduras

Tanto en otoño como en invierno, preparar cremas y sopas calientes es habitual en la mayoría de los hogares. Son platos que reconfortan el cuerpo, sabrosos y nutritivos, con los que se puede variar a la hora de añadir ingredientes adaptándolos al gusto personal o preferencias de cada uno. Es, sin duda, una forma fácil y deliciosa de comer de una sola vez una gran variedad de verduras, tanto para tomar como primer plato o como plato único a la hora de la cena.
Además, son ideales para congelar, eso si, siempre tenemos que volver a llevarlas a ebullición, porque a veces al descongelarse parece que se han cortado, pero nada más lejos de la realidad, ya que una vez que hierven vuelve a su estado normal.
Esta que os dejo hoy la hago muchas veces en casa, pero esta vez se la preparé a mi hija y se la metí en varios tupers iguales para que pudiera llevarla sin problemas al trabajo y allí comérsela tan ricamente. 



Ingredientes;

- 600 grs de colifror.
- 100 grs de brócoli.
- 100 grs de calabaza.
- 80 grs de judías.
- 1 calabacín grande sin piel.
- 80 grs de espinacas congeladas.
- 2 puerros grandes.
- 1 cebolla.
- 1 patata mediana.
- 1 zanahoria.
- 2 dientes de ajo.
- Perejil picadito.
- 3 chucharadas de Aceite de Oliva Virgen.
- Pimienta blanca.
- Sal.


Preparación:

- Picamos la cebolla, el puerro, el ajo y los pochamos durante unos minutos con las tres cucharadas de aceite en una olla amplía.
- Cuando comiencen a estar blanditos, echaremos las judías despuntadas y troceadas, junto con la zanahoria pelada y cortada en rodajas.
- Rehogamos 3-4 minutos e incorporamos el calabacín despuntado, pelado y cortado en tacos. Al igual que la calabaza cortada de la misma manera.
- Rehogamos 3-4 minutos de nuevo e introducimos el brócoli y la colifror en ramilletes pequeños.
- Por último agregamos las espinacas congeladas y la patata cortada en cascos, mezclamos bien y las dejamos tapadas hasta que pierdan un poco de volumen, removiendo de vez en cuando.


- El siguiente paso será cubrir las verduras con agua.
- Dejamos que se cueza todo junto y en cuanto esté la verdura semi blanda, apagamos el fuego y dejamos reposar 10 minutos.
- Colamos el caldo de la cocciòn y lo reservamos en un bol.
- Vamos batiendo las verduras y agregando el caldo poco a poco, hasta llegar al grado de espesor que queramos en nuestra crema.
- Una vez la tengamos, salpimentamos al gusto.
- Servir bien caliente con un poquito de perejil bien picadito.








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22 de enero de 2016

Tarta de Santiago (sin forro)

La Tarta de Santiago  es un dulce tradicional gallego que se elabora utilizando como componentes básicos almendras, azúcar y huevo, en las proporciones y con las condiciones que veremos más adelante. Es de forma redonda, cubierta de azúcar glas donde figurará la Cruz de la Orden de Santiago como seña de identidad propia. Tiene el sabor típico a yema y almendra, es esponjosa y granulada al paladar y con un color dorado al corte con la superficie blanca debido a la decoración con azúcar glas.


La noticia más antigua sobre la elaboración y consumo del bizcocho de almendra, hoy conocido como Tarta de Santiago procede del año 1577, en el contexto de la inspección o visita que D. Pedro de Porto carrero realizó a la Universidad de Santiago y a su investigación sobre las colaciones o comidas que se daban a los profesores con motivo de la concesión de los grados académicos. Aunque era llamada «torta real», su elaboración con almendra molida, azúcar y huevos, cocido al horno y servido en una pieza o fragmentada en dos porciones individuales, confirma la teoría de que se trata del mismo dulce que hoy llamamos tarta de Santiago.


 Las primeras recetas dignas de fiabilidad se contienen en el Cuaderno de confitería que recopiló Luis Bartolomé de Leybar en torno a 1838, así como en El confitero y el pastelero. Libro muy útil para los jefes de casa, fondistas y confiteros de Eduardo Merín –publicado en Ferrol en 1893– que proporciona una segunda receta de este dulce, que bajo el nombre de «Tarta de Almendra», se adorna ya con una suave capa de azúcar molida. El origen inequívocamente gallego de ambos tratados confirma la antigüedad de esta preparación; el hecho de que esta especialidad no aparezca prácticamente en los repertorios culinarios foráneos hasta el siglo XX, apunta a una relevante popularidad de este dulce en Galicia y a su carácter de integrante de la tradición gastronómica y del gusto local.


En las confiterías tradicionales gallegas, la Tarta de Santiago se sigue confeccionando con fórmulas establecidas cuando menos a finales del siglo XIX. En la compostelana «Casa Mora», su fundador comenzó en 1924 a adornar las tartas de almendra con una silueta de la Cruz de Santiago. Esta idea alcanzó un gran éxito y se difundió pronto por otros obradores de toda Galicia.  El área de elaboración de las tartas amparadas por la Indicación Geográfica Protegida «Tarta de Santiago» abarca toda la Comunidad Autónoma de Galicia.


Existen dos presentaciones básicas, tarta forrada, es decir, con base, y tarta sin forrar. Hoy vamos a preparar la Tarta de Santiago sin forrar.
Para su elaboración se utiliza almendra de primera calidad de variedades mediterráneas  como pueden ser la «Comuna», «Mallorca», «Marcona», «Mollar», «Largueta» y «Planeta», que deberá representar al menos el 33% del peso total de masa. El azúcar refinado, será en un porcentaje de, al menos, el 33% del peso total de masa y el huevo, en una cantidad de, al menos, el 25% del peso total de masa. Ralladura de limón y azúcar glas, así como vino dulce, brandy o aguardiente de orujo, si se desea. Eso ya depende del gusto de cada uno, yo no le pongo nunca, me gusta tal cual.


Ingredientes:

- 250 grs de almendra molida.
- 250 grs de azúcar.
- 5 huevos a temperatura ambiente.
- Ralladura de un limón.
- Azúcar glas.


Preparación:

- En un bol batimos los huevos y el azúcar con ayuda de unas varillas de mano, hasta conseguir una crema blanquecina.
- Añadimos la ralladura del limón y vamos mezclando con una espátula la almendra molida, poco a poco y con cuidado.
- Vertemos la mezcla en un molde desmontable que engrasamos con un poco de mantequilla (si queréis también podéis forrar la base del molde con papel sulfurizado, yo no lo hice).
- Lo introducimos en el horno precalentado a 180º unos 25 - 30 minutos (dependiendo del horno). La superficie tendrá que quedar dorada y algo durita. Para asegurarnos de que está cocida por dentro, solo es necesario introducirle un palo de brocheta y si sale limpio, la tarta estará en su punto.
- Sin desmoldarla, la dejamos que se enfríe del todo.
- Luego solo resta colocarle la cruz encima, espolvorearla con azúcar glas y desmoldarla para servirla.





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Fuente: BOE

19 de enero de 2016

Sándwich Club estilo Vips

Denominado también como Clubhouse Sándwich, apareció por primera vez en 1894 en el famoso Saratoga Club-House (Nueva York). La primera receta escrita, por su parte, data de 1903, en el libro Good Housekeeping Everyday Cook Book, escrito por Isabel Gordon Curtis.
Los ingredientes tradicionales de un sándwich club son la carne de pavo, panceta, queso en rebanadas, hojas de lechuga, tomate y mayonesa en la tostada. Las variantes que hay pueden sustituir el pavo por pollo a la plancha o unos trozos de ternera asada e incluso jamón en vez de panceta.
Tambièn pueden tener una salsa denominada "secreta" y que puede ser especifica del local que los sirve, en Estados Unidos por ejemplo, incluyen en la salsa algún tipo de chile que les da un sabor particular, pero tanto con salsa especifica o sin ella, la realidad es que es un sándwich que está super rico y que no deja indiferente a nadie. Acompañado con patatas fritas, el Sándwich Club es ideal para preparar cualquier día en el que nos apetezca comer algo contundente sin complicarnos mucho en la cocina.


Ingredientes:

- 4 rebanadas pan de molde sin corteza.
- 1 o 2 (depende del tamaño) filetes de pollo finos.
- 2 lonchas de queso Havarti
- 1 o 2 lonchas de pavo.
- 3 lonchas de bacon.
- 2 o 3 rodajas de tomate.
- Lechuga.
- Salsa mayonesa.
- Mantequilla.


Preparación:

- Untamos ligeramente las 4 rebanadas de pan de molde con mantequilla por ambos lados y las colocamos encima de la plancha caliente hasta que se comiencen a dorar.
- Las retiramos y colocamos las tiras de bacon hasta que veamos que están bien crujientes.
- Aprovechamos los jugos que dejó el bacon en la plancha para hacer los filetes de pollo, a los que habremos echado unas arenillas de sal por encima.
- El siguiente paso será colocar las 4 rebanadas de pan de molde sobre la tabla de picar bien limpia y echarles encima una cucharadita de mayonesa.
- La extendemos bien por el pan y seguidamente colocamos encima de la primera rebanada el bacon y seguidamente el pollo.
- Tapamos con la segunda rebanada de pan con la mayonesa hacia abajo.


- Untamos con otra cucharadita de mayonesa la parte de arriba y le ponemos el queso, el pavo y de nuevo el queso.
- Volvemos a tapar con otra rebanada de pan con la mayonesa hacía abajo y untamos la parte de arriba con otra cucharadita de mayonesa.
- Ya solo nos queda colocar las hojas de lechuga y el tomate en rodajas.
- Tapamos con la última rebanada de pan con la mayonesa hacía abajo y hacemos un poco de presión en el sándwich con la mano.
- Pinchamos unos palos de brocheta en los extremos para poder cortarlo sin que se nos desplome y a disfrutarlo con un buen plato de patatas fritas al lado.







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15 de enero de 2016

Conejo con mandarinas al mencía de Valdeorras

De todos es sabido que la carne de conejo es una de las más sanas por sus diversas propiedades y que además se presta a múltiples preparaciones, admitiendo también guarniciones muy variadas. Resulta ser una carne magra  muy sabrosa y sin apenas materia grasa.
Hoy os traigo una propuesta exquisita y os lo dice una a la que no le gusta nada esta carne. Tengo un trauma con este animal desde pequeñita y no lo doy superado ni a tiros :)
Pero si reconozco que es una forma diferente y original de prepararla y al jefe de la casa le ha enamorado por completo. Ya se la he preparado tres veces desde que otra persona, amante también del buen comer y de la buena mesa, me pasó la receta por wasap.  Como cabe esperar de mi, la he tuneado por completo y a mi gusto y bajo el punto de vista del catador oficial, ha sido todo un acierto.
Para su preparación he utilizado un mencía de Valdeorras, una comarca situada en el suroeste de Galicia y que consiguió el oro en vinos tintos en la XIII Feria do Viño de Valdeorras en agosto del 2010.


Ingredientes:

- 1 conejo troceado.
- 200 mlts de mencía Quinta da peza.
- 5 o 6 mandarinas.
- 1 hoja de laurel.
- 1 ramita de tomillo.
- 1 ramita de romero.
- 1 ramita de perejil.
- 3 dientes de ajo.
- Pimienta negra.
- Aceite de Oliva Virgen.
- Agua (sin llegar al medio vaso).
- Sal.


Preparación:

- Pelamos el ajo, lo laminamos y lo ponemos en un mortero.
- Le unimos las hierbas lavadas junto con la hora de laurel y salpimentamos.
- Machacamos todos el conjunto y luego vertemos 3 cucharadas de aceite. Removemos.
- Lavamos el conejo troceado y lo secamos muy bien con papel absorbente.
- Lo untamos con el majado anterior y lo dejamos macerar tapado con papel film toda la noche en la nevera.
- Al día siguiente precalentamos el horno a 200º.
- Retiramos el majado del conejo para un plato y vamos friendo la carne sola en una sartén hasta que esté doradita por todas partes.


- Lo vamos acomodando en una fuente refractaria , junto con el vino tinto, el agua, 3 cucharadas del aceite donde lo hemos dorado y el majado que habíamos reservado.
- Horneamos durante 30 - 35 minutos (más o menos dependiendo del horno, pinchando la carne con un cuchillo sabemos que el conejo está en su punto porque queda super tierna) y regándolo muchas veces con el jugo de la cocción, añadiendo un poquito más de agua y vino a partes iguales si vemos que nos queda seco.
- Mientras, pelamos las mandarinas, separando luego los gajos y retirándoles la piel blanda que las recubre.
- Una vez listo el conejo lo retiramos de la fuente con mucho cuidado y vertemos los jugos colados de la cocción en una sartén.
- Dejamos reducir unos 4 - 5 minutos a fuego medio y luego le añadimos los gajos de mandarina dejando que reduzca todo junto, otros 2 minutos más.
- Introducimos de nuevo el conejo en la fuente, vertemos la salsa con las mandarinas por encima y espolvoreamos con un poquito de tomillo fresco.








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13 de enero de 2016

Salteado de brócoli y pimientos con jamón

Los salteados de verduras son un plato idóneo, sano y perfecto para incluir en nuestra dieta habitual ya que nos permite disfrutar de la verdura de una forma distinta, sabrosa y que se prepara en un momento. Tanto solos como acompañamiento de carnes o pescados, son una opción estupenda y si los preparamos con hierbas aromáticas, les estaremos proporcionando un sabor y un aroma que sin duda alguna, los hará doblemente más apetitosos.
Ya sé que a mucha gente no le gusta la verdura al dente, pero es que a mi me encanta. Estoy por decir incluso que es como más me gusta, así que para quien no comparta mis gustos, a la hora de preparar el brócoli solo tendría que hervirlo antes en agua durante tres o cuatro minutos.


Ingredientes:

- 250 de brócoli
- 200 de pimiento rojo.
- 2 dientes de ajo.
- 30 grs de jamón serrano en taquitos mini.
- 1 cucharada de vinagre de Jerez.
- 2 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra.
- 3 cucharadas de agua.
- Romero y tomillo al gusto.


Preparación:

- Lavamos las verduras, cortando después el pimiento en trozos que se puedan comer de un bocado.
- Cortamos el tallo más gordo del brócoli y lo separamos en ramilletes medianos.
- En una sartén calentamos el aceite a fuego alto y salteamos los dientes de ajo durante unos segundos sin llegar a quemarlos.
- Añadimos el brócoli y removemos constantemente durante 3 - 4 minutos.


- Agregamos el pimiento, le damos unas vueltas y a los 2 minutos incorporamos el jamón, las hierbas aromáticas, el vinagre de Jerez  y el agua. Yo no puse sal porque me es suficiente con el que desprende el jamón, pero eso ya va en gustos.
- Tapamos y dejamos que se cocine todo junto durante 2 minutos.
- Servimos caliente y a disfrutar.









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10 de enero de 2016

Crema de colifror, calabacín y puerro

Pues ya han pasado las fiestas y hay que volver de nuevo a la rutina diaria, no queda otra.  Espero que hayáis tenido una buena Navidad y una estupenda entrada de año, os deseo a todos lo mejor para el 2016.
Y digo yo.....comenzar el año con una crema suave, ligera, super rica y muy pero que muy facilita de preparar ¿no está nada mal, verdad?. Pues aquí os la dejo por si os animáis, os la recomiendo, veréis como quedáis encantadas.


Ingredientes:

- 1 coliflor de unos 800 grs más o menos.
- 2 calabacines.
- 1 hueso pequeño de jamón o lacón (solo para ponerle un toque de sabor).
- 2 puerros.
- 1 cebolla.
- Agua.
- 4 lonchas de jamón serrano bajo en sal (opcional)
- Una pizca de pimienta.
- Una pizca de tomillo.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.


Preparación:

- Comenzamos cortando y separando la coliflor en ramilletes, luego pelamos la cebolla y la picamos.
- Despuntamos los calabacines, los pelamos y los cortamos en dados.
- Por último, despojamos a los puerros de la parte más verde y los cortamos también en dados.
- En una olla vertemos un chorrito de aceite y rehogamos los puerros y la cebolla.
- En cuanto veamos que están tiernos, les incorporamos la colifror y los calabacines.
- Rehogamos durante unos minutos, cubrimos bien de agua y añadimos la pimienta, el tomillo y el hueso.


- Dejamos que se cueza bien todo el conjunto y una vez esté toda la verdura bien cocida, probamos de sal (ya que antes no lo hemos agregado por que el hueso ya lleva, así que mejor asegurarse de que no nos quede la crema demasiado salada ) así que si es necesario, rectificamos.
- Colamos, retiramos el hueso y reservamos el caldo de la crema en un bol.
- Vamos triturando la verdura y añadiendo caldo según queramos que sea de espesa nuestra crema.
- A la hora de servirla le he puesto un crujiente de jamón serrano tostado en el horno y unas gotitas de aceite de oliva virgen extra.






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